lunes, 29 de agosto de 2011


Historia de F.O.R.J.A. (1935 - 1945)

El 6 de septiembre de 1930 Uriburu (un general nacionalista) derroca a Yrigoyen. La excusa era la lentitud del gobierno, pero el trasfondo es la política nacional y popular de Yrigoyen y la nacionalización del petróleo.
Los radicales yrigoyenistas advierten que se vienen horas difíciles. El radicalismo seguía siendo mayoría, tal como quedó demostrado en las elecciones de abril de 1931, con amplio triunfo radical. Las elecciones fueron anuladas y fue el finad de Uriburu reemplazado por Agustín P. Justo en elecciones fraudulentas (noviembre de 1931). Pero el régimen sumó a su favor al recién regresado Marcelo T. de Alvear, que apoyó el golpe contra Yrigoyen y puso al radicalismo al servicio del fraude. Alvear decide reestructurar el partido para limarle sus tintes personalistas (yrigoyenismo). De esta manera Alvear desoye los mandatos del Comité Nacional.
Los radicales mas combativos (Jauretche) se oponen a los “galeritas” (así les decían los alvearistas). En el grupo más fuertemente yrigoyenista estaban Jauretche, Juan B. Fleitas(hijo del ex ministro de Yrigoyen), Manuel Ortiz Pereyra, Félix Ramiro García y Homero Manzi. Estos cinco hombres sentaron las bases de F.O.R.J.A..
Alvear se enroló en la “abstención”, pero sin militancia y sin acciones revolucionarias, lo que prácticamente ponía al radicalismo en el congelador. Mientras tanto, el grupo de radicales combativos exigía continuidad jurídica. Estos combatieron duramente en el Comité de la Capital. Contaban con el apoyo de Hipólito Yrigoyen quien había recuperado la libertad. Yrigoyen recibía las visitas de muchos jóvenes mientras los “dirigentes” se borraron para no quedar pegados con el presidente derrocado. De manera que el Comité Capital se enfrentaría al Comité Nacional que ya estaba en manos de los “negociadores”.
En las elecciones internas triunfa la posición combativa, pero algunos delegados se dan vuelta y terminan eligiendo a Carlos M. Noel, quedando fuertemente dividido el partido entre los yrigoyenistas (línea dura) y los alvearistas (negociadores). Yrigoyen murió el 3 de julio de 1933. 
A fines de 1933 el grupo de radicales combativos decidió poner fin al fraude y por eso produjeron un levantamiento armado revolucionario conocido como “Paso de los libres”por ser esa zona en la que se gestó el movimiento armado. Unos 150 hombres componían ese grupo dentro del cual estaba Arturo Jauretche. El movimiento fue derrotado por las fuerzas del fraude. Jauretche fue encarcelado y allí estrechó relaciones con Luis Dellepiane (hijo de un general yrigoyenista). También entró en contacto con Gabriel del Mazo (historiador), otro participante de la reforma universitaria de 1918.
Los radicales combativos volvieron a ganar las elecciones de 1934 para la convención metropolitana. Allí pasa a presidirla Guillermo Watson y se exige a los convencionales (para acreditarlos como tales) que presenten sus libretas de enrolamiento: si en ellas figuraban votos, estos serían descartados ya que la posición del radicalismo combativo era la abstención para no dar legalidad al fraude de Justo. En cambio el Comité Nacional (alvearista) estaba dispuesto a concurrir a las elecciones, por lo tanto esa facción interna fue bautizada “concurrencista”. Éste Comité Nacional se decidió a combatir cualquier expresión de yrigoyenismo revolucionario y por ello disolvió la Convención metropolitana en 1935.
La disolución de la Convención hacía correr el riesgo de que los yrigoyenistas se disgregaran. Los grupos más intransigentes no estaban dispuestos a dejar de lado el ideal yrigoyenista para convalidar el fraude y aunando los esfuerzos de aquel grupo original delos cinco más los numerosos intransigentes dieron forma al grupo de Radicales Fuertesa fin de dar pelea en la convención nacional de 1935.

Argentina de rodillas
El fraudulento gobierno de Agustín P. Justo (emergido de los ficticios comicios de noviembre de 1931) fue el encargado de degradar la soberanía política argentina y poner de rodillas al país ante Inglaterra. Este general había sido tan antipopular como Uriburu, pero fue más inteligente. En vez de instalar un sistema corporativo al estilo de las dictaduras europeas, ideó un sistema (represivo igualmente) pero que descansaba sobre una aparente legalidad. Es decir: armó una parodia de democracia, proscribiendo a los yrigoyenistas y con elecciones arregladas. Para ello contaba con la “Concordancia”, un arreglo por debajo de la mesa entre el Partido Demócrata Nacional (conservadores), laUnión Cívica Radical Antipersonalista (radicales alvearistas) y los Localistas independientes. 
Luego de la crisis mundial de 1929, Inglaterra se cerró sobre sí misma y amenazó a Argentina con reducir las compras de carne. Ante esto la oligarquía vacuna entró en pánico y con tal de mantener sus privilegios no dudó en entregar la economía argentina a manos de Gran Bretaña, para que el imperio no dejara de comprar sus carnes. A fin de lograr esto, el gobierno de Justo  entregó absolutamente el manejo de la economía argentina, poniendo en sus manos el Banco Central (creado a esos efectos y con decisiones sobre la política monetaria), las líneas de crédito (un consorcio extranjero decidía a quien se prestaba y para qué), los transportes (los trenes tenían tarifas usurarias que aniquilaban las débiles industrias y a los productores del interior). La entrega se selló el 19 de mayo de 1933 con la firma del pacto Roca (hijo) - Runcimann (encargado de negocios del Imperio). Esto provocó una desocupación monstruosa, la aparición de las ollas populares y de las primeras villas miserias. Fue una época trágica por el hambre y por la corrupción generalizada. Esta época dio marco a que Discépolo escribiera “Cambalache” reflejando la decadencia social y económica del país y para la misma época Alberto Cadícamocreaba “Al mundo le falta un tornillo”. Por su parte Roberto Arlt lo reflejaría en sus “Aguafuertes porteñas” hablando de los muchachos quinieleros o de los que tiraban la “manga” en un café.
Todas aquellas medidas que ponían la economía argentina bajo el dominio inglés fueron calificadas por Arturo Jauretche como “Estatuto legal del coloniaje
”. Pero el Imperio británico necesitaba tener a sus colonias en tranquilidad, si no legal, al menos aparente. Por eso presionó a Justo para que acordara con los radicales antipersonalistas. Estos decidieron levantar la abstención radical en enero de 1935, con lo cual convalidaban las elecciones fraudulentas cambio de algunas migajas (y de suculentos sobornos, como se verá más adelante). Alvear recibió la promesa de elecciones libres (algo que ni él podía creer). Lo cierto es que Alvear levantó la abstención y el fraude se legitimó.

Nace F.O.R.J.A.
El grupo de radicales yrigoyenistas había emitido en 1934 un “Manifiesto de los Radicales Fuertes”, en el que se condenaba la posición negociadora de la conducción alvearista y se condenaba la política socio económica del gobierno fraudulento de Justo. "Estamos presenciando el esfuerzo sistemático que dentro de la UCR realizan algunos de los que accidentalmente la representan   con   el  fin   de  demostrar  que   la  UCR es un "partido de orden" o sea, el puntal que necesitan los gobiernos fraudulentos... Pero la UCR no es un partido, y por eso no la entienden ni pueden manejarla los vendepatrias  que hoy infectan sus cuerpos directivos...  No esperamos que se realice en otro hombre la encarnación de la conciencia popular que fue Yrigoyen. "De la misma masa de la gente desconocida de la UCR ya ha surgido la nueva mentalidad revolucionarla   argentina,   teniendo  como  principal postulado inequívoco de acción y de doctrina, la decisión de abolir todo privilegio, y de restablecer la independencia cultural y económica de la República, es  decir, de restaurar integralmente la soberanía del pueblo, que es para lo que fue creada la Unión Cívica Radical...”1
Ante la claudicación de la conducción partidaria del radicalismo, ese grupo de yrigoyenistas decide formar un grupo de acción política interno que le de pelea a Alvear dentro del radicalismo, son sus mentores Arturo Jauretche, Homero Manzi, Manuel Ortiz Pereyra, Juan B. Fleitas y Félix Ramírez. Y a partir de allí, el 29 de junio de 1935, nace F.O.R.J.A. (Fuerza de Orientación Radical para la Joven Argentina). La sigla nace de una frase de Yrigoyen que decía: “Todo taller de forja es un mundo que se derrumba”. En el local ubicaod en Corrientes 1778 y en un acto al que asisten, entre otros, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo, Juan Luis Alvarado (redactor del Manifiesto), Jorge del Río y los hermanos Maya, nace la agrupación que peleará contra el alvearismo y contra el fraude. Sus consignas y sus lemas no dejan dudas: “Somos una Argentina colonial. Queremos ser una Argentina libre”. El documento fundante es el siguiente:

"SOMOS UNA ARGENTINA COLONIAL QUEREMOS SER UNA ARGENTINA LIBRE
La Asamblea Constituyente de la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, considerando:
1°) Que el proceso histórico Argentino en particular y Latino Americano en general, revelan la existencia de una lucha del pueblo en procura de su Soberanía Popular, para la realización de los fines emancipadores de la Revolución Americana, contra las oligarquías como agentes de los imperialismos en su penetración económica, política y cultural, que se oponen al total cumplimiento de los destinos de América.
2°) Que la Unión Cívica Radical ha sido desde su origen la fuerza continuadora de esa lucha por el imperio de la Soberanía Popular y la realización de sus fines emancipadores.
3°) Que el actual recrudecimiento de los obstáculos opuestos al ejercicio de la voluntad popular, corresponde a una mayor agudización de la realidad colonial, económica y cultural del país.
Declara 
1°) Que la tarea de la nueva emancipación sólo puede realizarse por la acción de los pueblos.
2°) Que corresponde a la Unión Cívica Radical ser el instrumento de esa tarea, consumando hasta su totalidad la obra truncada por la desaparición de Hipólito Yrigoyen.
3°) Que para ello es necesario en el orden interno del Partido dotarlo de un estatuto que estableciendo el voto directo del afiliado auténtico y cotizante, asegure la soberanía del pueblo radical, y en el orden externo, precisar las causas y los causantes del enfeudamiento argentino al privilegio de los monopolios extranjeros , proponer las soluciones reivindicadoras y adoptar una táctica y los métodos de lucha adecuados a la naturaleza de los obstáculos que se oponen a la realización de los destinos nacionales.
4°) Que es imprescindible luchar dentro del Partido, para que éste recobre la línea de principismo e intransigencia que lo caracterizó desde sus orígenes, única forma de cumplir incorruptiblemente los ideales que le dieron vida y determinan su perduración histórica al servicio de la Nación Argentina.
Dentr
o de estos conceptos y tales fines, la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, FORJA, abre sus puertas a todos los radicales y particularmente a los jóvenes que aspiran a intervenir en la construcción de la Argentina grande y soñada por Hipólito Yrigoyen.

Por el Radicalismo a la soberanía popular 
Por la soberanía popular a la soberanía nacional 
Por la soberanía nacional a la emancipación del pueblo argentino".

En sus comienzos, FORJA exigía como requisito para ser parte, estar afiliado a la U.C.R. El componente principal de F.O.R.J.A. es la clase media empobrecida. Mantienen los ideales yrigoyenistas y se nutren de literatura marxista antiimperialista (aunque rechazarán la idea de lucha de clases por la de lucha nacional), y en especial de la experiencia mejicana y del APRA peruano.  A ese grupo se sumará (en carácter de no afiliado, pues no es radical) Raúl Scalabrini Ortiz. “Scalabrini Ortiz nos sacó del antiimperialismo abstracto (que nos llevaba a atacar al imperialismo yanqui, cuando aquí dominaba el inglés) para enseñarnos el antiimperialismo concreto. El nos mostró cómo funciona esa opresión y cómo debíamos enfrentarla”2. A partir de entonces F.O.R.J.A. irá creando una línea de pensamiento argentino, nacional y democrático. Un ideario original con terminología propia y sin traspolar experiencias de otros lugares sino proponiendo las soluciones que nuestra realidad necesitaba. Por lo tanto se puede decir que sus principales fuentes ideológicas son el yrigoyenismo, que representaba un nacionalismo popular y democrático, antiimperialista defensor de la soberanía nacional e integrador de las masas populares y cosas de Haya de la Torre, el peruano líder del A.P.R.A.. 
Empezaron a reunirse en aquel sótano para analizar la actualidad política, educar políticamente a sus miembros y salir a la calle a propagar sus ideas.  Incluso contaron con la participación de varios dirigentes obreros, como Caparrós (vidrio), Dellabusca (carne), Givoje (marítimos) y Libertario Ferrari (estatales).
La vocación principal de F.O.R.J.A. fue recuperar el radicalismo para el pueblo, aunque finalmente terminarían construyendo una fuerza paralela.
El proyecto de F.O.R.J.A. era avanzadísimo para la época, en que la mayoría de las agrupaciones políticas eran librecambistas y vivían pendientes de los que pasaba en Europa. Estos muchachos tenían una vocación industrialista y en general el programa de F.O.R.J.A. era un verdadero proyecto de liberación nacional aún con sus carencias o defectos.
La década infame fue el marco del crimen político (el socialista José Guevara asesinado en Córdoba y Enzo Bordabehere en la propia cámara de senadores). Es en ese marco que aparece la picana eléctrica. Es el tiempo de la mafia política de Barceló (Avellaneda) y de Fresco (gobernador de Buenos Aires) al servicio del imperialismo inglés. Éste último ni siquiera se molestaba en disimular el fraude y hacía votar a viva voz. 
El 2 de Septiembre F.O.R.J.A. lanza el “Manifiesto al pueblo de la República, una denuncia detallada y minuciosa de la “tiranía económica” y la “dictadura política que asegura y consolida aquella tiranía”3. Había también en F.O.R.J.A. una fuerte conciencia hispanoamericana “el proceso histórico Argentino en particular y Latinoamericano en general, revelan la existencia de una lucha permanente del pueblo en procura de su Soberanía Popular, para la realización de los fines emancipadores de la Revolución Americana, contra las oligarquías como agentes de los imperialismos en su penetración económica, política y cultural, que se oponen al total cumplimiento de los destinos de América”4 

"Manifiesto al Pueblo de la República  
Desde el 6 de septiembre de 1930 las oligarquías gobernantes desarrollan un plan sistemático para aniquilar la soberanía del pueblo, transfiriendo a grupos de especuladores el goce de los bienes de la Nación, sin hallar resistencia efectiva en los llamados partidos opositores, que, aprovechando la abstención radical, fueron a compartir posiciones con el pretexto de defender, desde ellas, los derechos populares.

Deploramos que las autoridades de la Unión Cívica Radical, con el pretexto de conseguir la soberanía política del pueblo, estén colaborando con las oligarquías económicas entregadas al capital extranjero...
Todos los aspectos de la vida nacional que se pasa a examinar, demuestran que ya se ha impuesto a la República una tiranía económica, ejercida en beneficio propio por capitalistas extranjeros a quienes se han dado derechos y bienes de la Nación Argentina; y que, por las facultades extraordinarias que este Congreso y los jueces han dado al Gobierno Nacional y por la supresión de derechos individuales, se ha echado las bases para establecer de inmediato una dictadura política que asegure y consolide aquella tiranía.
El Banco Central es una sociedad gobernada exclusivamente por los Bancos, en el cual el Estado, el Banco de la Nación Argentina y los bancos oficiales de las provincias tienen sólo 3 representantes sobre 14 miembros del Directorio, de modo que la casi totalidad son nombrados por los bancos particulares.
De modo que a este banco de capitalistas extranjeros se le ha dado un poder dictatorial en materia de bancos, moneda, crédito, industria, comercio interno, importación y exportación, haciéndose de él una fuerza superior a la de la Nación, las provincias y municipalidades, sin intervención eficaz de los representantes del pueblo argentino.
Por otra parte, hay que considerar que el capitalismo británico tiene en sus manos por medio del trust frigorífico y de los transportes marítimos, el dominio de la industria ganadera, a la vez que los comercios de tiendas y almacén más completos y poderosos de las ciudades principales del país, así como le comercio de las máquinas agrícolas.
Se debe tener en cuenta también que las empresas ferroviarias inglesas dominan toda la zona portuaria de ultramar del país, desde Bahía Blanca a Rosario, así como las zonas de los territorios del sur y la cordillera. Vale decir, todas las puertas aduaneras y estratégicas de la República , sin contar la dominación marítima que ejercen en los territorios del sur, con la posesión de las Islas Malvinas y el absoluto predominio industrial y comercial que el capitalismo británico tiene en dichos territorios...
Está de más hacer resaltar la absoluta incompatibilidad de estas dobles funciones del doctor Leguizamón, que es quizá el ciudadano argentino que recibe mayores beneficios del capitalismo británico. El Dr. Leguizamón estaba pagado por las empresas inglesas para que les defienda sus intereses en la Argentina, al mismo tiempo que le pagaba el gobierno para que le defienda los suyos en Inglaterra. Por el carácter de sus funciones plenipotenciarias y por la larga ausencia del Dr. Roca de Londres, en realidad fue el Dr. Leguizamón quién tramitó el tratado de Londres, que ha resultado tan desastroso para la Argentina y tan beneficioso para Inglaterra...
El Tratado de Londres es una afrenta para la soberanía nacional y el pueblo argentino y, por estar fundamentado en una manifiesta prevaricación, está viciado de absoluta nulidad...
Por el progresivo aumento de todos los impuestos de consumo y al trabajo, la progresiva disminución de los sueldos y salarios de los empleados y obreros del Estado y de las empresas particulares y extranjeras de servicios públicos, la progresiva desvalorización de la moneda, el progresivo aumento del presupuesto y de los empréstitos internos y externos, los gobierno surgidos de la revolución de septiembre han agobiado al pueblo argentino, con el pretexto de pagar deudas y salvar el crédito. Mientras no se ha exigido a las empresas extranjeras de servicios públicos que rebajen sus tarifas, a la vez que se les ha permitido que rebajen los sueldos y salarios de sus empleados y obreros, y que los despidan a su antojo por razones de economía, cuando nadie ignora que los gastos de explotación , por diversos factores, han disminuido considerablemente; al mismo tiempo que se ha privilegiado a los trust y empresas extranjeras -que monopolizan y explotan los servicios públicos y las riquezas naturales del país - en los gravámenes impuestos por la ley de cambio, provocando con todos ello el empobrecimiento general del país en beneficio exclusivo del capitalismo monopolista extranjero, con el agravante de haberse exigido todos estos sacrificios económicos al pueblo argentino, so pretexto de salvar su honor y crédito, en los momentos que todas las potencias europeas suspendían sin término el pago de sus deudas, sin que esas potencias se hayan sentido por eso ni desacreditadas ni deshonradas.
Ahora los trust has tendido su organización clandestina para apropiarse de los frutos del trabajo nacional, que comprarán con la inagotable emisión de papeles de la máquina del Banco Central, y que venderán a precio de oro. Pues los trust son brazos del Banco Central para la expoliación del pueblo de toda la República.
La Fuerza
de Orientación Radical de la Joven Argentina, al desplegar la vieja bandera de Hipólito Yrigoyen, arriada por la actual dirección del radicalismo, ha entrado en la lucha, dispuesta a cumplir el último mandato del jefe:
 "Hay que empezar de nuevo"" (2/9/1935). 

La economía argentina era manejada por ex gerentes de ferrocarriles ingleses y en otros casos directamente por el vicepresidente del Banco de Inglaterra (Otto Niemeyer). F.O.R.J.A. denunció todas esas trapisondas y calificó a los entregadores de “cipayos” (palabra que sería incorporada al vocabulario político argentino años después). 
La agrupación denunciaba el trato preferencial que recibían las empresas extranjeras (fundamentalmente inglesas) por parte del gobierno fraudulento de Agustín P. Justo.

En la calle
F.O.R.J.A. difundía sus ideas con volantes, cuadernos y actos en la vía pública. Pero al principio la repercusión fue nula. La gente pasaba a su lado mirándolos como a locos lindos. Por ello, la incidencia de F.O.R.J.A. no se reflejaba en adhesiones o votos (llegaron a ser 2.000 en todo el país), pero si se dio a nivel programático en la influencia que tuvieron sobre alguno integrantes de la oficialidad del ejército que dio el golpe de 1943 terminando con la década infame. Además los escritos de Scalabrini Ortiz y Jorge del Río, denunciando los negociados de trenes y empresas de electricidad, sirvieron de base para las futuras nacionalizaciones. ¿Cómo era en un acto de F.O.R.J.A.? Dos o tres militantes llegaban a una esquina, colgaban de un árbol una bandera de la agrupación. Uno de los manifestantes se subía a un cajón de cervezas y los otros dos le hacían de "público". Así, paso a paso, se iba arrimando la gente. Al comienzo era predicar en el desierto. En muchas ocasiones el acto consistía en un muchacho vociferando y denunciando la corrupción a los cuatro vientos antes nadie...solo sus compañeros de militancia. Poco a poco, y con el correr del tiempo, estos actos empezaron a contar con más público producto de la creciente crisis que envolvía a Argentina.

El sótano de F.O.R.J.A.
Un viejo y oscuro sótano, en el centro de Buenos Aires, era el reducto en donde la juventud radical más combativa se reunía a debatir los grandes problemas del país (no era el único lugar, ya que en Mar del Plata estaba el otro sostén del grupo). Y allí, se produjeron valiosos documentos de profundo contenido ideológico y programático (verdadera acción política). Esos eran los "Cuadernos de F.O.R.J.A.". Auténticos "manuales" con denuncias y propuestas de soluciones para recuperar la independencia económica:

"F.O.R.J.A. quiere afrontar los problemas argentinos con criterio argentino, porque considera que el vicio más funesto que padecemos es la entrega permanente y ominosa de la economía nacional a la colonización de las grandes potencias imperialistas, servidas onerosamente por nuestras más destacadas personalidades políticas y profesionales. Sin la total emancipación de la República, liberándola de estos vínculos coloniales, jamás podremos retomar la trayectoria de nuestra grandeza inicial, con grave ofensa para la dignidad de la Nación...
Es necesario, para disponerse a la acción heroica y salvadora, empezar por la propia purificación. Ningún hombre que continúe participando, activa o pasivamente, en la complicidad que comporta no repudiar sin piedad la corrupción política del ambiente, empezando por los propios círculos donde actúa, estará en condiciones de colaborar en la gran obra reparadora que exige la salud de la República " (1/5/1936). 

La originalidad de F.O.R.J.A. estaba en que por primera vez salía a la luz un pensamiento político verdaderamente argentino, lejos de las sectas nacionalistas, socialistas y comunistas que tenían sus ojos puestos en lo que pasaba en el exterior.
F.O.R.J.A. surge en medio de la miseria económica de los trabajadores y del fraude instalado como sistema. 
Hasta ese sótano llegó un día Raúl Scalabrini Ortiz. Él no era afiliado radical, sin embargo sus investigaciones sobre los ferrocarriles y el monopolio inglés le dieron el respaldo como para ser parte de los debates en F.O.R.J.A. a pesar de no estar afiliado a la agrupación. Según Jauretche, Scalabrini Ortíz fue quien les abrió los ojos acerca de la dominación inglesa, como nadie lo había hecho. Noche a noche Scalabrini iba esclareciendo a la creciente militancia forjista, acerca de los mecanismos por los cuales Inglaterra (y el extranjero en general) succionaban la riqueza nacional dejando hambre y miseria en nuestro pueblo. Scalabrini investigó durante mucho tiempo la influencia del empresariado inglés: sus ferrocarriles, sus tarifas usurarias, el endeudamiento argentino como mecanismo de sometimiento, los monopolios del transporte, de los puertos, etc..
F.O.R.J.A. denunciaba el fraude electoral. La trampa hacía posible que personajes como Fresco (gobernador de Buenos Aires) tuvieran un descarado manejo político. Este tipo prácticamente hacía votar a viva voz, tal era la corrupción que reinaba en todo el sistema. Pero además de esto F.O.R.J.A. denunciaba la política internacional servil y entreguista de los gobiernos conservadores. La agrupación rescató la unidad latinoamericana, defendió el neutralismo en la guerra (1939/45) y combatió el imperialismo inglés y yanki. Este era otro punto importante: el petardismo de los nacionalistas de derecha y los pretendidos socialistas, los hacía despotricar contra el imperialismo yanki o alemán, pero callaban ante el imperialismo concreto que en esos tiempos representaba Inglaterra. 
La Década Infame (1930/43) fue el escenario de grandes casos de corrupción: la venta de tierras del Palomar (transa por la cual un grupo inversionista sin poner un centavo adquiría tierras estatales a precio de regalo), el fraude de los niños cantores de la Lotería (que anunciaban números arreglados y no los que salían del bolillero), la Corporación de Transportes (que neutralizaba al colectivo en favor de los trenes y sus tarifas usurarias), coimas en el Concejo Deliberante de Buenos Aires (en las cuales se había prendido el radicalismo de Alvear para aprobar concesiones de servicios junto a los conservadores), negociados de las compañías de electricidad (CHADE o CADE, que financiaba las campañas de ambos partidos políticos: conservadores y radicales antipersonalistas).
Los militantes de F.O.R.J..A. aun daban pelea dentro del radicalismo y asistían a las convenciones del partido. Ante los "arreglos" en los que se enredaba la dirigencia de la UCR ellos irrumpían al grito de "¡Cade, Cade!", denunciando las transas de los Concejales radicales y la compañía de electricidad. Generalmente esas reuniones terminaban a sillazos y trompadas. Ahí estos muchachos probaban que además de tener buenas ideas, tenían buenos puños.

Cambios en F.O.R.J.A.
En determinado momento, ya no fue requisito ser afiliado radical para pertenecer a F.O.R.J.A. Esto derivó en una escisión dentro del grupo. Algunos no querían perder su pertenencia partidaria y decidieron renunciar ala agrupación para volver a dar pelea dentro de la UCR. Jauretche y otros muchachos advertían que el radicalismo ya no era el instrumento de las clases oprimidas, sino un ariete del fraude al cual Alvear se había prendido. Así que ahora la participación en F.O.R.J.A. ya no era solamente para radicales y eso permitió que hombres como Scalabrini Ortiz se afiliaran a la agrupación.

La sucesión del Régimen
En 1938 Justo finalizó su fraudulento mandato y el sucesor elegido fue Roberto M. Ortiz, proclamado candidato por la Cámara de Comercio Británica...estaba todo dicho. Completaba la fórmula Ramón Castillo. En 1940 Ortiz debió dejar el gobierno por enfermedad y asumió Castillo. Hacia 1943 ya había trascendido que el "elegido" por el Régimen para ser presidente por el período 1944/50 era le industrial salteño Robustiano Patrón Costas. Ante esto se produjo un golpe de Estado encabezado por un grupo de oficiales del Ejército (G.O.U.) el 4 de junio de 1943. Este grupo del ejército temía que se abandonara la neutralidad en la guerra y que el fraude condujera a una "comunización" de los sectores populares en busca de la legalidad.
FORJA apoyó el golpe, pues se daba cuenta que era la oportunidad de descabezar al Régimen conservador.
"En presencia de los acontecimientos a que asiste el país, FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) considera imperiosos puntualizar ante el pueblo y ante las nuevas autoridades que rigen los destinos nacionales, la naturaleza de su posición, traducida en las siguientes demandas:
1°) El derrocamiento del "régimen" constituye la primera etapa de toda política de reconstrucción de la nacionalidad y de expresión auténtica de la soberanía.
2°) La implantación de un sistema moral que rija el desenvolvimiento institucional del país y fije la conducta de sus hombres y dirigentes, es principio esencial en que debe asentarse toda posibilidad de creación nacional basada en el genio propio de nuestro pueblo y sus anhelos de emancipación económica y de justicia social.
3°) La imposición progresiva y armónica de un programa de emancipación económica, política y cultural de un país, es demanda sustancial del pueblo para la afirmación de su personalidad histórica y para la emancipación igualitaria de la Nación Argentina en el libre juego de las relaciones internacionales.
En virtud de tales demandas, FORJA declara que contempla con serenidad no exenta de esperanza la constitución de las nuevas autoridades nacionales, en cuanto las mismas surgen de un movimiento que derroca al "régimen" y han adquirido compromiso de reparar la disolución moral en que se debatía nuestra política y de crear un sistema basado en normas éticas y en claros principios de responsabilidad y soberanía.
FORJA considera esenciales a la reparación cardinal del país el cumplimiento del doble compromiso así traducido y ratifica su demanda total de emancipación nacional y de soberanía popular a cuyos dictados espera, no serán indiferentes las personas que constituyen el gobierno revolucionario".
En 1942 había muerto Alvear, líder del radicalismo antipersonalista. Ahora ante los acontecimientos de 1943, F.O.R.J.A. veía la gran oportunidad de derrotar definitivamente al Régimen Conservador. Las primera s medidas del gobierno militar encabezado por Ramírez fueron positivas en lo económico. Desactivación de los enredos y corrupciones administrativas, mantenimiento de la neutralidad en la guerra, intervención y nacionalización de las empresas concesionarias del transporte. Pero por otro lado los decretos moralistas y la intervención en las Universidades de personajes de ideología reaccionaria, produjo grietas en el gobierno. FORJA rechazó la intervención universitaria y lanzó un duro documento que le valió la cárcel a alguno de sus miembros.
FORJA había tenido influencia y contacto sobre el G.O.U., en especial con un joven coronel llamado Juan Domingo Perón, con quien Jauretche solía entrevistarse asiduamente una vez instalado el gobierno militar. 

jueves, 20 de enero de 2011

Crónica del Planeta Tierra - por Andrés Aldao





ANTONIO BERNI
Las tinieblas desvanecen la noche. Luego, tiernos resplandores carminosos despuntan en el horizonte, allí donde confluyen, como dos constelaciones antagónicas, la noche que fenece y el nuevo día.
Una silenciosa muchedumbre, indiferente a la majestuosidad de la aurora, se pone en marcha. Recorre cotidianamente callejuelas y sinuosas cortadas en los suburbios del planeta. No tiene prisa; tampoco destino. Marcha impávida, sin alterarse. Multitud opaca, taciturna, de ojos apáticos que miran al vacío. Procesión de rostros carentes de identidad, indefinidos, grises.
El gentío no parece tener nociones de tiempo y lugar. Se desplaza como suspendido en una extraña dimensión, ingrávida. Como si transitara por una autopista astral, bocetada en el espacio mediante líneas impalpables y figuras geométricas cuneiformes y raras, fuera de los límites del planeta. Allí donde reinan la oquedad eterna, las tinieblas, la nada.
Y más allá, en la galaxia de la cordura, languidecen los signos y símbolos de la existencia humana, síntomas inequívocos que presagian la evanescencia del tiempo, el espacio y la vida.

Las columnas se alargan. Día a día las engrosan ancianos, mujeres y hombres jóvenes. También niños con sus piernas rígidas, como estacas, avanzan con un andar peculiar: casi no flexionan las rodillas y machacan  los pies contra el suelo . Muchos, por hambre o agotamiento, pierden el equilibrio, caen y vuelven a levantarse: como si se deslizaran por una inmensa pista de patinaje.
El silencio pálido reflecta por contraste la estridencia ensordecedora de la muchedumbre que marcha. El onomatopéyico trram. trram. trram resuena sobre el asfalto como un eco estereofónico, brutal, fogoso e insolente.
Algunos transeúntes contemplan a la gente con curiosidad; otros, con lástima. El mutismo, fantasmal y macabro, boceta un cuadro de alucinación.
Alguien de la multitud balbucea una pregunta: ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es nuestro rumbo?
No tenemos metas, hijo. excepto sobrevivir, musita, como en un rezo, un anciano de hirsutos cabellos blancos y una nariz en forma de pico.
Una jovencita los ve pasar. Está vestida con elegancia. Una gargantilla le acaricia el delicado cuello, y los pendientes de oro parecen causarle un extraño placer. Encara al mozo del bar y lo sondea con un tono ingenuo:
−¿Quiénes son estas personas? ¿Contra quién protestan? ¿Están de huelga... qué es lo que quieren?
−Perdóneme, señorita, ¿usted no lee el diarionet, no mira nunca su digitelevisión portátil? —inquiere el mozo, fastidiado.                                                                  
El sol trepa entre los confines celestes y brumosos del horizonte. Ahora parece un deslumbrante e inmenso círculo de fuego. Su rojez anaranjada se destaca contra el cielo, dócilmente azulado.
Cómodos vehículos con motor de energía solar se desplazan veloces y silenciosos por las avenidas y autopistas. Grupos familiares, en la habitual pausa de la alienación hebdomedaria, se dirigen a las zonas verdes, alejadas de las urbes superpobladas.
El transporte público, los colecópteros, vuela por las rutas aéreas asignadas a cada línea. No hay  muchos pasajeros. Los que viajan observan, en el este, el matiz escarlata del  promisorio crepúsculo. Y en el oeste, contemplan a las columnas de la desesperanza que se mueven con ese ritmo monocorde, que conmueve o  angustia.
Nuevas muchedumbres grises surgen por los bulevares y suburbios urbanos. Las piernas parecen enmohecidas, los ojos sin expresión. Los tacos martillan sobre las calles y resaltan el silencio. Otros restriegan sus gastadas suelas contra el empedrado; muchos caminan sin calzado.
De vez en cuando se escuchan llantos de bebés escuálidos. Hambrientos y exhaustos, succionan pechos inútiles de madres agotadas. Los niños imploran lo imposible; finalmente callan y duermen. Algunos agonizan, ya sin fuerzas para los gemidos que preceden el fin.
Las columnas no se detienen. A veces se lanzan a la conquista de residuos de comida, volcados en los recipientes de desperdicios de los restauranes y bares. No hay para todos: rige la ley del más fuerte. Los débiles van cediendo. Se tambalean aunque prosiguen. Finalmente se desploman. Los que tienen familiares reciben ayuda; sobreviven pese a todo.
Otros, acurrucados y quietos, esperan que la caridad pública los traslade a algún hospital. Los demás agonizan, aguardando resignados que la muerte se apiade y los libere.

Año 2011, siglo XXI. Ocurre en todo el orbe; en el primer mundo o en el tercero. En todas las áreas del planeta se multiplica el número de convictos sin condena, cuyo único y terrible delito es haber nacido en el siglo XX, el siglo del robot, la computadora y la telecomunicación; el siglo en el que el amor devino en maldición, el odio en virtud, la mentira en fuerza, el soborno en gratificación.
Las columnas de menesterosos se han convertido en el estiércol marginado de la sociedad de la opulencia. Es la masa gris que marcha por los arrabales de la democracia, informe en su esperanza y uniforme en sus carencias. Desde hace años, la muchedumbre retoma cotidianamente su calvario, su peregrinación al Gólgota de la sociedad de la abundancia, en la que es crucificada sin que sepa por qué.
¿Existen? ¿Sueñan acaso? ¿ Perciben aún el amor? ¿O son figuras de cera, muñecos de escaparate, títeres en el proscenio cruel y humillante de la existencia humana? El mundo que se autoproclama cuerdo no les presta atención: hace tiempo que dejaron de ser noticia.                                                                

Van desplegándose las sombras; una oscuridad huraña envuelve a las muchedumbres. Los espectros se desconcentran;  buscan refugio en los umbrales, en viviendas abandonadas o en construcción, en las bocas de los subterráneos y estaciones de trenes y colecópteros Hay quienes se albergan debajo de los puentes o autopistas. Hasta el día siguiente, en que nuevos marginados se sumarán a la procesión. Otros, sin embargo, faltarán a la cita. El CCM (Crematorio Central de Menesterosos) funciona durante las veinticuatro horas. Con las primeras sombras de la noche salen a recoger los cadáveres las Cuadrillas de Voluntarios de Rifkin, llamadas así en homenaje a Jeremy Rifkin, el sociólogo utopista americano del siglo pasado, autor de un opúsculo titulado curiosamente “El fin del trabajo”.

En los centros de producción del planeta tierra, raudos, sofisticados y sigilosos equipos automáticos producen, a velocidades siderales, todo lo necesario para vivir y disfrutar.
En las fábricas casi no hay trabajadores. unos pocos técnicos atienden las ordenadoras de producción y contabilidad. Algunos científicos se dedican a experimentar nuevos programas de desarrollo. Diariamente, camiones con acoplados descargan en gigantescos depósitos las mercaderías que no se consumen en el mercado de la libre competencia. Muchedumbres famélicas, depósitos abarrotados.
En los “shopping’s”, entre tanto, se exponen sofisticados aparatos computerizados y digitales, delicados alimentos, confituras deliciosas o atractivas indumentarias. No para los marginados. Ellos no son parte del mundo cuerdo. Esto acaece en el planeta tierra, año 2011, siglo XXI ·